jueves, 15 de diciembre de 2011

Gracias

GRACIAS, una palabra de siete letras, dos sílabas y que con tan solo su pronunciación puedes alborotar la alegría y la satisfacción de haber hecho algo beneficioso por alguien.
De pronto esa palabra tan percibida de manera masiva fue la única que quería que salga de tu boca ese día. De tu boca que hace meses no sentía y solo en sueños la veía, que cada vez que  rondaba por la mía provocaba una sensación que hace mucho tiempo no vivía. 
Sensación que me hiciste sentir desde el primer ósculo que nos dimos y hasta el último segundo que estuvimos, porque solo los tuyos se sientes como los únicos.
Pero el GRACIAS no llegó hacia mi y eso que tu boca acechaba la mía cautelosamente como si en algún momento me sisarías un beso, el mas profundo, el mas perverso.
Cuando aproximabas tu boca hacia la mía las estrellas salían el sol se iba pero el gracias nunca aparecía.
Y solo lo esperaba porque no me sentía llena, en sueños te veía, te tenía al frente mio, sentía tus caricias, recordaba nuestro pasado, veía nuestro futuro. 
Pero el gracias, se desvanecía en tu egoísmo y arrogancia.
Te admiro pero no admito que no me hayas dado las gracias.

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